¿Nunca sintieron ganas de hacer esos caprichitos de nena porque algo no te gusta?¿Nunca quisieron poder hacer un capricho y que la solucion llegue?¿Nunca desearon que con simplemente un capricho el problema desapareciera?. Hay momentos en los que la situacion me sobrepasa, no se como actuar, entro en pánico. Asi no soluciono nada, pero reconosco que la situación me sobrepasa. Lo primero que pienso en admitir es que tengo miedo; pero no miedo a la situación, sino miedo a las consecuencias, a lo que pueda llegar a pasar.
En ese momento pienso en el capricho, me dan ganas de llorar, me da bronca, me niego a toda posibilidad y lo unico que pienso es que quiero que se solucione ya; un capricho. Pero al instante me doy cuenta de que soy grande y por más que me encapriche con algo no va a venir mama a abrazarte y a solucionarte todo. De cierta forma se podria decir que estas sola.
En ese momento me vuelve a agarrar el miedo y entro en pánico. Pero esta vez ya no hay capricho. Esta vez se que soy madura y por ende soy yo la que tengo que resolver la situción, enfrentando las consecuencias que esto conlleve...
No se si soy madura, no se si es que lo soy y no lo soy. Se que mis papas van a estar hasta que ellos puedan para ayudarme, pero en algun momento no van a estar y tengo que prepararme. No se que es lo que se pretende de mi, solo se lo que yo pretendo de mi, aunque a veces dudo.
De una manera o otra la situación va a terminar, lo único que nos toca hacer es intentar con todas nuestras fuerzas y posibilidades de que ese final sea lo mejor posible.
